Sunday, October 19, 2014

SEGURIDAD Y ESTÉTICA

El jueves venía caminando en la zona del Abasto, por una calle que quizás era Aguero. Era de nochecita. Paso por un bar, y veo que un tipo sentado en una mesa al lado de la ventana, me mira. Alcancé a ver también que se paraba. Seguí caminando. Me dí vuelta y veo que viene caminando atrás mío. Cruzo para ver que pasa, y el tipo cruza atrás. No le importaba que me diera cuenta que me había empezado a seguir. Tendría unos cincuenta y tantos. Al pasar por la puerta de una casa vieja, salió una parejita que se sumó al tipo del bar. Doblé por Tucumán hacia Pueyrredón, y los tres atrás mío. Enfilé por Córdoba hacia Callao y al pasar la curvita, me metí en el IUNA, en lo que era el Conservatorio Nacional de Música, sin mirar atrás. Enfilé hacia un aula donde ví que había gente, y me senté. Una profesora -madura, alta, teñida, anteojos, obvio- repartió las hojas de lo que resultó ser un examen de Estética o Psicología o alguna combinación de ambas cosas. La segunda pregunta  planteaba: "¿Puede concebirse una estructura psicológica que concilie en un mismo sujeto la adhesión afectiva o la valoración estética positiva de Charly Parker y un mal imitador de Arjona? ¿Son gustos compatibles? Sí, no y porqué". No supe que poner. ¿A ustedes que les parece? (testimonio anónimo escuchado en el programa de miniturismo "Yendo del chino al shopping" de mi canal de cable INSUL-TV. La pregunta sigue en pie).